[vc_row][vc_column][vc_column_text]Un servidor virtual es, en pocas palabras, un lugar dentro de la nube en donde las empresas
pueden almacenar la información (tanto aplicaciones como programas) necesaria para
poder operar. ¿El principal beneficio? Que permiten a la empresa seguir trabajando aunque
su personal se encuentre a kilómetros de distancia.
Ante la situación actual, cientos de empresas han comenzado a mudarse a la nube para
poder adaptarse a la modalidad home office. Muchas solo tuvieron que migrar sus
servidores físicos a un servidor virtual. Pero algunas otras siguen batallando para trabajar a
distancia sin conocer lo fácil que es hacerlo con la tecnología cloud.
¿Por qué los servidores virtuales pueden ayudar a mi empresa?
Disminuyen costos
Los costos de operación de un servidor físico incluyen elevadas tarifas de energía eléctrica,
un ingeniero en nómina dedicado a supervisar su funcionamiento y el tener que destinar un
espacio especialmente adaptado para su funcionamiento.
Un servidor en la nube opera en un entorno virtual que agiliza el flujo de información en
toda la organización, migrando la estructura física (baremetal) fuera de esta. Al operar en
un data center, los costos de mantenimiento ya no corren a cargo de la empresa. Además
de que gracias al servicio de monitoring, ya no es necesario contar con un especialista para
operarlo.
Hacen más rápidas a las empresas
Los servidores físicos operan de acuerdo a sus recursos disponibles (RAM, memoria, carga
de trabajo, etc).
Los servidores virtuales trabajan de acuerdo a la carga de trabajo, siendo capaces de
extender todos los recursos como la memoria RAM y el almacenamiento de acuerdo al
tamaño de las operaciones de la empresa, para garantizar una respuesta más rápida.
Mayor seguridad
Los servidores físicos deben contratar un respaldo adicional y pueden ver su
funcionamiento afectado ante desastres naturales.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]